martes, 22 de octubre de 2013

Pueblos interioranos consolidan

El 10 de noviembre, Panamá conmemora el Primer Grito de Independencia de Panamá de España, dado en La Villa de Los Santos en 1821 por la heroína Rufina Alfaro; y con ello se le rinde homenaje a aquel pueblo que se alzó en contra de la corona española. Este hecho desencadenó  una serie de movimientos que dieron como resultado la independencia de Panamá de España el 28 de noviembre de 1821. Hay que señalar que la historia de los diferentes pueblos interioranos que participaron, primero, en la independencia de Panamá de España en 1821 y, luego, en la  separación de Colombia en 1903 está bastante fragmentada y llena de dolor, por las persecuciones, muertes, luto y dolor que embargaron a muchas familias, especialmente durante la Guerra de los Mil Días (1900-1902).

Insurrección
Siglo y medio de la fundación de Las Tablas, un grupo de valientes tableños se alza contra el yugo español, dando origen un 8 de noviembre de 1821 al grito de insurrección tableña, que este año cumplió 189 años. Así mismo otros pueblos como Natá, Penonomé, Ocú y Parita, también se solidarizaron con el movimiento.  A estas gestas de 1821, siguieron otras luego de que Panamá decidiera voluntariamente unirse a Colombia, una vez se había librado del yugo español. Para la conformación de lo que hoy es Panamá antecedieron un sinnúmero de eventos que la historia recoge de forma sencilla, pero significativa. En la separación de Colombia no se puede obviar que fue una gesta que contó con la conspiración de importantes hombres.

Llega la noticia
Con mensajes sencillos como “Llegó Matea”, además de otras comunicaciones por escrito, los pueblos del interior conocieron del nacimiento de la República de Panamá aquel 3 de noviembre de 1903 y se adhirieron a la gesta separatista, lo que fue determinante para consolidar el movimiento que nació  con el complot  de importantes hombres. Según el historiador Rommel Escarreola, la participación del interior es importante, pero los famosos “gritos” no son más que adhesiones al movimiento de independencia y no que ellos declararon la independencia, con excepción de La Villa de Los Santos. Pueblos como Natá, Antón y en el sector Atlántico, la provincia de Colón manifestaron el 5 de noviembre su respaldo a la gesta, hechos que sin lugar a duda fueron determinantes para el nacimiento de la nueva república

El 5 de noviembre de 1903, Antonio Burgos, comisionado especial de la Junta de Gobierno de Panamá, llegó a Antón y logró la solidaridad de los antoneros. Mediante un telegrama informó: “Consejo de éste y de San Carlos adhiéranse con entusiasmo al movimiento del 3”. Rubén Darío Carles, escritor y maestro penonomeño, en “Reminiscencias de los Primeros Años de la República (1903-1912)”, publicó la copia del acta Municipal de Antón del 5 de noviembre de 1903 que decía: “El Consejo Municipal de Antón se adhiere con júbilo al glorioso movimiento del 3 de noviembre, por el cual se proclamó la independencia del Istmo”. Esta fue firmada por los concejales de aquel entonces Juan A. Ponce, Pedro Almillátegui, Simón Ortega y J.S. Bernal.

Más apoyo
A ello hay que sumarle otros movimientos de apoyo surgidos en lugares como Aguadulce, los que luego se trasladaron a Santiago y Chitré. Todo esto hizo que se fortaleciera la adhesión de la región al movimiento separatista del 3 de noviembre de 1903. Veraguas fue otro pueblo a donde llegó la noticia de la independencia de Panamá de Colombia. Esto ocurrió el 9 de noviembre y para ello se emplearon las herramientas de comunicación que existían en ese tiempo. Así mismo otros poblados se sumaron a la causa y manifestaron su respaldo a la lucha, de la cual en más de una ocasión se dudó de su éxito, si se tenía presente que se habían dado tres intentos separatistas y los tres habían fracasado. Esto es en parte la razón por la que en algunos lugares se pensó mucho antes de consentir la gesta.

Valientes mujeres
En el distrito de Soná, un grupo de hombres junto con sus esposas estaban deseosos de  saber con certeza esta gran noticia, razón por la cual los hombres decidieron viajar a Santiago para enterarse sobre el acontecimiento. Pero al pasar más de cuatro días, y el grupo de hombres no regresaba al pueblo, unas 71 mujeres, esposas de los varones, se  atrevieron a dar el grito de libertad para la separación de Panamá de Colombia. Las 71 mujeres que el 8 de noviembre de 1903, no importándoles que no estuvieran sus  esposos, se atrevieron a gritar “libertad, libertad”, al enfrentarse a los grupos de insurgentes liberales y conservadores colombianos que querían continuar dominando el territorio panameño. Desde ese momento las autoridades del distrito tomaron como tradición homenajear a 10  mujeres que representan el potencial familiar de cada uno de los corregimientos de esta región sureña.

Nueva república
Todos los movimientos y luchas, que encierran el surgimiento de nuestro país como nación libre y soberana, siempre estuvieron respaldados por valientes hombres y mujeres que sin importar su condición económica o social se unieron en pro del objetivo de lograr la libertad, por lo que es de justicia valorar en esa justa medida el aporte que cada cual dio, eso sí, ubicándose en el contexto de la época y las condiciones que existían y de las cuales se valieron para lograr sus objetivos.  Por eso en este mes de noviembre es propicio dar a conocer estos movimiento que sirvieron para consolidar una patria libre, en donde ondea una sola bandera y un solo territorio.

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